jueves, 28 de junio de 2007

Serà coincidencia?

En esta ocasiòn les dejo con la letra de una canciòn de Ricardo Arjona llamada "Sr. Juez" que cae precisa en los momentos que vivimos en el Ecuador. Ustedes saquen sus conclusiones.

Me parece una injusticia estar preso Señor Juez
Por tirarle una pedrada al Presidente
Sé muy bien que en puntería nunca me he sacado un 10
Y el objetivo no era darle a ese Teniente

Mi pedrada fue un rayón en el blindaje
Y en la pena debe usted considerar
Que mi piedra pretendía con su viaje
Mi recurso ciudadano de poderme expresar

Contra el nuevo inquilino de Casa Presidencial
Con sus sueños peregrinos de inscribirse al carnaval
Ese sueño que comienza cuando empieza a terminar
¿Sabe cuántos sueños rotos caben en urnas de cartón?
¿Para qué cuentan los votos si se repite la ecuación?

Y si le escribo alguna carta a la utopía
Y de remitente mi nombre y dirección
Sería como escribirle a la melancolía
Y entregarme a la resignación

¿A cuántos peces flacos ha mandado usted a guardar?
Como éste que hoy le habla Señoría
¿A cuántos peces gordos ha dejado de juzgar?
Para darle de comer a la ironía

Mi pedrada es otra raya para el tigre
Inocente como el llanto de un patojo
Si le toco el corazón déjeme libre
Si le tocan la razón me pinta en rojo

Mientras el nuevo inquilino de Casa Presidencial
Con sus sueños peregrinos De inscribirse al carnaval
Ese sueño que comienza cuando empieza a terminar

Me parece una injusticia
Estar preso Señor Juez
Y ni siquiera haberle dado a mi objetivo.

domingo, 24 de junio de 2007

¿Hasta cuándo?

El título de este artículo también asoma la noche del viernes durante el concierto mientras conversábamos con Jairo y Valeria quienes gentilmente nos ayudaron guardando el puesto por nuestra llegada tardía por culpa de los trabajos de Marcela y Yo.


Hasta cuándo:

1.- Las aglomeraciones y los empujones para poder entrar al lugar de concentración, con poca información y señalización.

2.- Los robos de celulares y documentos por parte de las personas que venden caramelos camuflándose en el montón. En nuestro metro cuadrado en la fila mientras esperábamos, vimos un robo (con devolución de celular por presión de todos), y escuchamos de dos más que no tenían idea como les sacaron las cosas.

3.- El colapso de las redes celulares, más allá de las operadoras. De manera simple y sencilla no servían para nada más que para ser robados los teléfonos móviles. ¿Cuándo se tomarán las contingencias necesarias para que eso no ocurra?

4.- Pagar sillas, a un alto precio, para igualmente ver de pie el concierto porque desde el golden box se levantaban sobre las sillas, provocando una ola que se iba hacia atrás. ¿Será que la gente que estaba en las primeras filas de cancha, contra la malla, vio algo porque nosotros nos levantamos?

5.- La falsificación de entradas que por supuesto no faltó, o la sobreventa de las mismas como ocurrió en Guayaquil el jueves para el mismo concierto.

Una vez más, queremos cambios mediante Asambleas Constituyentes y nueva legislación, lo cual, no sirve de nada porque el comportamiento y las conductas de las personas no cambian.

"¿Hasta cuándo Padre Almeida? Hasta la vuelta Señor" decía la popular leyenda Quiteña, qué frase tan valedera.

Simplemente Espectacular

Por motivos técnicos no he podido actualizar mucho este website porque mi computador está dañado y me toca mendigar ayuda para usar la pc de mi hermano o la de mi padre mientras veo como arreglar la mía.

Lo que les contaré esta vez se refiere al concierto brindado por Ricardo Arjona el día viernes en el Estadio Atahualpa aquí en Quito. Como show estuvo genial, con un escenario fantástico que simulaba una descuidada estación del metro, con grafitis, y decorada con tres pantallas en lo que era la pared. En medio una puerta, por la cual Arjona apareció cerca de las 20:40, luego de proyectar el video de "Iluso" mientras el metro llegaba a la estación con los músicos y el cantautor.

Si los cálculos no fallan, acudimos 25.000 personas al estadio y nos llevamos dos horas de todo el repertorio del guatemalteco que una vez más cautivó a todos, con sus clásicos "Historia del Taxi", "Realmente no estoy tan solo", "Cuándo"por ejemplo. Luego cantó "tres de sus canciones mimadas" de las cuáles resaltaban "Lo poco que queda de mí", "Receta" y "Tarde". Se llevó la noche al momento de contar que a la primera "mojada" que conoció fue a su madre cuando migró ella a NY a trabajar, motivo por el cuál cantó de manera seguida "Mojado" y "Si el Norte fuera el Sur".

Otro momento de éxtasis fue cuando, mediante las cámaras, "buscó una modelo" para la canción, encontrando a una dulce Sra. de fina expresión y mirada simple pero acogedora a la cual le dedicó "Señora de las Cuatro Décadas". Contra todo pronóstico su saxofonista interpretó "A mi lindo Ecuador" mientras la bandera de nuestro país se proyectaba en las pantallas que reproducían lo que ocurría en el escenario.

El toque final lo dio cuando luego del clasíco "otra otra" salió a cantar "Mujeres" luciendo la camiseta de la Selección Ecuatoriana.

Podría seguir escribiendo de largo sobre el monumental concierto de aquella noche de viernes pero no se si alcanzaría a transmitirles todo lo que vivimos de manera genial. (Qué fue las fotos Jairo??) Lo que sí queda claro es que haber estado sobre la gloriosa cancha del Atahualpa, habiendo saltado a ella por el bocatunel del camerino sur, a ver el concierto de Arjona acompañado de mi Marcela, Jairo Aguilar y su novia Valeria, simplemente no tuvo precio.

¿Cuándo lo tendremos de vuelta? seguramente habrá que esperar otros tres años cuando menos.

jueves, 21 de junio de 2007

La locura de la “Cajita Feliz Mc”

Como es de conocimiento público, hace unos días atrás se estrenó la tercera parte de la zaga de Shrek, titulada “Shrek Tercero”. Ha sido tal el boom que “el ogro más famoso del cine” ha causado que, como suele ocurrir en estos casos, las grandes cadenas de alimentos, en este caso McDonalds, haya adquirido la licencia para promocionar en su “Cajita Feliz” los personajes de la película, en forma de muñecos.

Resulta que el viernes fui al mencionado restaurante en el centro comercial, y el problema empezaba desde el parqueo porque, omití el detalle, de que como era el estreno de la película, un gran número de familias se había acercado al cine. Sin embargo, rápidamente pude estacionar el bólido, a.k.a batimóvil, y junto a mi enamorada y su sobrino de siete años (Marcela y Mateo) bajamos, emprendiendo camino al local de hamburguesas de mayor fama mundial, y la odisea continuaba.

El hecho de encontrar mesa fue tan parecido como cuando Indiana Jones buscaba el Santo Grial en “La última cruzada”, es decir, todo el mundo hacía lo mismo. Mientras mi Marce buscaba mesa y Mateo pedía permiso para ir a los juegos, yo procedí a ponerme en la kilométrica fila para hacer el pedido de dos cajitas felices y un cuarto de libra con papas y cola. Miento si les doy una medida al tiempo que estuve ahí como poste, a la espera de que las fila se mueva. Obviamente todo el mundo quería tener el producto nombrado junto al muñeco de turno.

De todas maneras lo conseguimos pero la atención al cliente, sin ser mala aclaro porque se pusieron a receptar los pedidos en la fila en “pre-venta”, dejó mucho que desear dado a la afluencia de gente. Desde el administrador estaba tras el mostrador ayudando a servir colas, helados, papas, armando las bandejas, etc, etc, terminando por el guardia que recogía las bandejas de las mesas, ayudaba a servir las salsas, controlaba a la gente y botaba los restos de los charoles en la basura. Era un “corre corre” de todos quienes conforman el staff del local y no avanzaban. Digo yo, sabiendo que era el estreno y la gente llegaría de manera masiva, debería haberse establecido algún plan de contingencia para afrontar la coyuntura.

Comimos bien, Mateo jugó y nos llevamos un “dragoburro” y el famoso “burro” que nos vinieron en las cajitas pero, imagínese Usted, como estaba el pobre cristiano que estaba delante de mí queriendo conseguir una sola hamburguesa, sin lechuga ni picles….

martes, 12 de junio de 2007

Lee, sueña, vive

Quito, 1:48 de la madrugada. La primera noche del verano me acaba de encontrar sin sueño el cual definitivamente parece que me ha abandonado en esta ocasión; estaba leyendo algunas páginas del libro de turno que se encuentra sobre mi velador, libro que, dicho sea de paso, mi padre lo leyó de muy joven hace muchos años atrás y me lo heredó, cosa que se puso muy contento hace una semana atrás cuando me encontró leyéndolo. Aquel texto titula "Un capitán español en la Tortuga" y se refiere a piratas y corsarios ingleses versus "la hermandad de los mares" comandada por España y su insigne Capitán Sancho Mendoza. Un libro entretenido en esta época que los "Piratas del Caribe" están de moda gracias al genial Jack Sparrow, personificado de manera espectacular por el aclamado Johnyy Depp.

Y es que eso es lo lindo de la lectura, porque te permite viajar a lugares insólitos, paradisíacos muchas veces y en otras ocasiones, a sitios tenebrosos y lejanos, comandados por gente perversa y malévola que quiere conquistar el mundo. De manera fácil, mientras lees, puedes imaginar que estás junto a Harry Potter en el castillo Hogwarts, planeando el encuentro frente a Lord Voldemort, o que vas junto a Robert Langdon en busca del Hombre de Vitrubio para descifrar el Código Da Vinci.

Mi devoción por la ciencia ficción es única y, al ver a Quito iluminado solo por los faroles encendidos de sus calles a esta temprana hora, empiezo a divagar mientras miro por mi amplia ventana en dirección norte de la franciscana ciudad Capital. El héroe que llevo dentro decide salir a patrullar la ciudad en el Batimóvil, puesto el batitraje y listo a desafiar a los más grandes villanos, totalmente locos y a los jefes del crimen organizado, en busca de justicia, equidad y seguridad para todos dentro de la sociedad tan agitada en la cual nos desenvolvemos todos los días. Tarea complicada la que me planteo, pero no imposible.

Regreso porque todo se encuentra en orden y alzo a ver al despejado cielo veraniego, totalmente estrellado, magnánimo e infinito. Acabo de transformarme en Luke Skywalker para ir a esa galaxia muy lejana con la cual hemos crecido la mayoría de nosotros, lo cual es fascinante e indescriptible. La sensación de libertad que te produce volar es única y dificilmente comparada con alguna otra cosa, porque el sueño de todo hombre es poder surcar el cielo sin ayuda de artilugios que te permitan convertirte en un ave. Volé.

Es momento de volver, y a lo único quiero llegar con este loco y particular artículo es que la lectura es una fuente espectacular de distracción, de conocimiento, de aprendizaje lo cuál no hay que desaprovechar. Leo mucho y eso me ha permitido escribir cosas como la que acaban de leer, poniéndole el toque de sueño y de ficción que jamás caerá mal, cuando el horizonte es oscuro, las necesidades grandes, los problemas fuertes y la sociedad convulsionada por la economía fluctuante, los arreglos y pactos del gobierno, las guerras de medio oriente, el poder del G-8 y el calentamiento global.

Soñar siempre será reconfortante, no dejemos de hacerlo porque eso nos mantiene vivos y la forma de alimentar la fantasía es leyendo. Tengo un encuentro con el Capitán Nemo en el Nautilus más tarde, ya les contaré cómo me fue.

domingo, 3 de junio de 2007

La pobre valoración del trabajo vs "las palancas"

Palanca.- "Barra rígida que se apoya y puede girar sobre un punto y sirve para transmitir fuerzas. // Influencia que se usa par conseguir algo. // Manecilla para el accionamiento manual de ciertos órganos de máquinas." (Diccionario Planeta de la Lengua Española).

Pues a la acepción del término que haré referencia es a la segunda, ya que en nuestro Ecuador el abuso de las palancas para conseguir puestos de trabajo es tremendamente utilizada y "normal" lo cual es una clara radiografía de cómo están las cosas en la actualidad. El compadrazgo es la manera, lo cual resulta injusto para el común de la mayoría de personas.

Cuántas veces hemos visto hojas de vida de amigos, familiares, conocidos, que son espectaculares debido a que poseen buen nivel de experiencia y desarrollo profesional pero imposibilitados de conseguir trabajo porque "el mercado laboral está saturado" según dicen, lo cual es una vil mentira, trabajo siempre habrá, lo que no hay es la voluntad, acompañada de las ganas, de contratar a las personas apropiadas para los puestos propicios porque simplemente no se quiere ver de forma diferente las cosas.

Resulta entonces que hay que ser "conocido del amigo del enamorado de la hermana del sobrino del gerente" para poder acceder de manera, digamos, menos complicada, al trabajo esperado y no por concurso, selección y propia competencia, de acuerdo a conocimientos que se posee y experiencia adquirida. Duele ver gente preparada manejando taxis, preparando salchipapas o en general desempeñándose en cualquier otra actividad por las circunstancias aquí descritas.

Quién quita que un día de estos nos despidan de nuestros trabajos porque "algún pana viene a ese puesto" y toque salir a vender caramelos, sin tener nada en contra de las personas que lo hacen, para ver si así se puede tener un trabajo digno, sin tener que ser amigo de todo el mundo para llegar a una jefatura o gerencia simplemente "porque me caes bien hermano".

Ojalá las cosas cambien y el trabajo de verdad se valore por lo que se hace y por cómo se ha llegado a ocupar esos lugares, a base de esfuerzo, y no por lazos de amistad e intereses establecidos, no en el cien por ciento de los casos, pero sí por lo menos en el setenta por ciento de ellos. Qué pena!