sábado, 8 de septiembre de 2007

¿Será diferente la Asamblea Nacional Constituyente?

A esta fecha, cuando nos encontramos saturados de publicidad electoral, la pregunta es la que sirve de título de este documento.

Sí hay una diferencia, y es que la posibilidad de terciar en esta lid electoral, en efecto se cumplió dando apertura a cuanta gente sea necesaria para que la diversidad se mantenga y, las alternativas sean grandes, enfocado a que no estén “los mismos de siempre”, que de todas maneras sí están.

Lo que preocupa es que el concepto de asambleísta no se ha entendido como debía ser, motivo por el cual, esta mal interpretación del cargo al que se postula, ha creado los más diversos ofrecimientos, pero ninguno de ellos, enfocado a la verdadera reforma constitucional; señores candidatos (incluyendo los del partido de gobierno), sería bueno que se acuerden que no están lanzándose a puestos como los de alcaldes, prefectos, o incluso el de presidente, así que exijo que sus propuestas se centren en reformas de fondo, no en cosas como “vota XXXX para que bajen los precios otra vez”, “vamos a la Asamblea por independencia política y educación gratuita”, “vamos a la Constituyente por la patria nueva para disolver el congreso”, “paremos el carro a la oligarquía”, “designar una corte al azar y no políticamente”, “diez años, vota xxxx” , etc,etc, etc, etc,etc

Me late que este monstruo en pos “de la patria de todos” es sólo un mal experimento que tendrá como resultado una peor réplica de lo que el Congreso Nacional ha sido hasta ahora y, del cual, todos estamos hartos; de manera desgraciada, en un país donde poca gente tiene acceso a la educación, y, donde la memoria es en extremo frágil porque vivimos de inmediatismos, los votos serán para los más conocidos, aún cuando todo el mundo quiere gente nueva, generándose la mayor contradicción de la historia, a la cual ya estamos acostumbrados.

Pasarán los días, elegiremos, se instalará el circo, se harán las reformas y en el referendo en el cual tendremos que ratificar lo actuado por los asambleístas ganará el sí aún cuando todos los cambios no sean los mejores; así, habremos encontrado la perfecta justificación para seguir quejándonos todos los años posteriores.

Así en veinte años, cuando estemos refunfuñando de todo lo que hicieron en la Asamblea 2007, durante el gobierno de XYZ, y que en los posteriores las cosas no mejoraron, pues tendremos que acudir a ver la misma película de una nueva asamblea “porque esta vez sí vamos a cambiar todo lo que antes se hizo mal”. Parece familiar el escenario ¿verdad?

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