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Oscuridad ultrajada por la luz que la ciudad mantiene encendida para sentirse viva....o menos muerta. Las calles cada vez menos transitadas, descansan del terrible peso de soportar un feroz movimiento vehicular sin solución aparente o a corto plazo....caos.

Las sombras que los postes reflejan y las paredes fieles acompañantes de la ciudad que no se ve, cobijan ansiedad, miedo, adrenalina, dinero, negocios de vereda, transacciones en plata o especie, susto, peligro, riesgo...corrupción.

Luces azules y rojas la agregan color al camino mientras que las sirenas de las ambulancias o patrulleros entonan en sol mayor un grito desesperado de ayuda.......ayuda.

El color naranja del fuego hirviente consume el verde negro del bosque en la montaña, dibujando un serpenteante y poderoso látigo vivo con hambre voraz e insaciable...infernal.

Tenebrosa soledad que implora la necesidad de un personaje que se camufle entre las sombras y que sea el justiciero, el vengador perfecto de aquellos que sufren la opresión de una pseudo metrópoli que va in crescendo. El miedo es una herramienta poderosa si se la usa de manera adecuada.....miedo contra miedo....dantesco.

Desastroza interrupción, estuve a punto de convertirme en aquel caballero oscuro.....qué feo es volver a la realidad.