jueves, 31 de mayo de 2007

Perdí mi celular! ¿Me lo devuelves?

No es la primera vez ni la última que un celular se pierda, se dañe, o que algún mal encarado te lo robe; es algo casi cotidiano y a mi me ha pasado ya unas cuántas veces y en las tres alternativas que acabo de mencionar.

Sin duda es frustrante que se te dañe, pierda o roben el celular por el valor afectivo que le damos y, gracias al desarrollo tecnológico, este singular aparatito te permite tomar fotos, guardar los mensajes relevantes y trascendentes de cada momento (enviados o recibidos), videos, fechas de cumpleaños, etc, etc, etc , de tal manera que cuando dejas de poseerlo el dolor es fuerte y la impotencia grande porque la información que allí tenías no podrás recuperarla. Los números claro que sí, no se si todos, pero los mensajes o fotos por ejemplo es imposible y eso es lo que molesta y te perturba.

De todas maneras, sí hay algo peor que eso: olvidar el celular en un taxi, darte cuenta en casa y empezar a llamar de manera desesperada para ver si se puede recuperar el teléfono y no encontrar respuesta del otro lado. Me pregunto, y les transmito la duda: ¿tanto cuésta contestar la llamada para devolver el celular?, obvio una recompensa estaría incluída (de manera desgraciada) por la "honestidad" del buen hombre que se digna y hace el monumental esfuerzo de contestar tu teléfono que por error involuntario olvidaste allí, que para él no significa nada más que unos pocos dólares acaso, pero para ti como dueño casi podría significar la vida, pero el inefable, nefasto y despreciable conductor en lugar de hacerlo decide no contestar y de hecho prefiere apagar el teléfono y venderlo al mejor postor y simplemente dárselo a alguien sin que importe nada. Te toca hacer el trámite de suspensión de línea, endeudarte en otro, o esperar poder activar uno viejito que por ahí en la casa, de milagro, alguien ya no usaba.

Hablamos de honestidad, pedimos justicia y no somos capaces de devolver un teléfono celular, más allá de que sea nuevo, medio uso o bien usado, por cambiarlo por dinero y me imagino que para las bielas. Eso es lo peor de todo. Incontables llamadas se hicieron para recuperarlo, mensajes escritos se enviaron y de voz se dejaron en el buzón, sin encontrar respuesta favorable a cambio. Lo pésimo y para rematar, es que el celular siempre estuvo prendido porque timbraba sin parar para luego pasar al buzón de mensajes. Decepcionante.

1 comentario:

aLeJo dijo...

Uy hermano, vos sigues en el siglo 20...cómprate un celular que puedas sincronizar con la compu y no pasa nada de eso...yo ya he tenido 3 con esa característica y todo se graba en los documentos.