martes, 12 de junio de 2007

Lee, sueña, vive

Quito, 1:48 de la madrugada. La primera noche del verano me acaba de encontrar sin sueño el cual definitivamente parece que me ha abandonado en esta ocasión; estaba leyendo algunas páginas del libro de turno que se encuentra sobre mi velador, libro que, dicho sea de paso, mi padre lo leyó de muy joven hace muchos años atrás y me lo heredó, cosa que se puso muy contento hace una semana atrás cuando me encontró leyéndolo. Aquel texto titula "Un capitán español en la Tortuga" y se refiere a piratas y corsarios ingleses versus "la hermandad de los mares" comandada por España y su insigne Capitán Sancho Mendoza. Un libro entretenido en esta época que los "Piratas del Caribe" están de moda gracias al genial Jack Sparrow, personificado de manera espectacular por el aclamado Johnyy Depp.

Y es que eso es lo lindo de la lectura, porque te permite viajar a lugares insólitos, paradisíacos muchas veces y en otras ocasiones, a sitios tenebrosos y lejanos, comandados por gente perversa y malévola que quiere conquistar el mundo. De manera fácil, mientras lees, puedes imaginar que estás junto a Harry Potter en el castillo Hogwarts, planeando el encuentro frente a Lord Voldemort, o que vas junto a Robert Langdon en busca del Hombre de Vitrubio para descifrar el Código Da Vinci.

Mi devoción por la ciencia ficción es única y, al ver a Quito iluminado solo por los faroles encendidos de sus calles a esta temprana hora, empiezo a divagar mientras miro por mi amplia ventana en dirección norte de la franciscana ciudad Capital. El héroe que llevo dentro decide salir a patrullar la ciudad en el Batimóvil, puesto el batitraje y listo a desafiar a los más grandes villanos, totalmente locos y a los jefes del crimen organizado, en busca de justicia, equidad y seguridad para todos dentro de la sociedad tan agitada en la cual nos desenvolvemos todos los días. Tarea complicada la que me planteo, pero no imposible.

Regreso porque todo se encuentra en orden y alzo a ver al despejado cielo veraniego, totalmente estrellado, magnánimo e infinito. Acabo de transformarme en Luke Skywalker para ir a esa galaxia muy lejana con la cual hemos crecido la mayoría de nosotros, lo cual es fascinante e indescriptible. La sensación de libertad que te produce volar es única y dificilmente comparada con alguna otra cosa, porque el sueño de todo hombre es poder surcar el cielo sin ayuda de artilugios que te permitan convertirte en un ave. Volé.

Es momento de volver, y a lo único quiero llegar con este loco y particular artículo es que la lectura es una fuente espectacular de distracción, de conocimiento, de aprendizaje lo cuál no hay que desaprovechar. Leo mucho y eso me ha permitido escribir cosas como la que acaban de leer, poniéndole el toque de sueño y de ficción que jamás caerá mal, cuando el horizonte es oscuro, las necesidades grandes, los problemas fuertes y la sociedad convulsionada por la economía fluctuante, los arreglos y pactos del gobierno, las guerras de medio oriente, el poder del G-8 y el calentamiento global.

Soñar siempre será reconfortante, no dejemos de hacerlo porque eso nos mantiene vivos y la forma de alimentar la fantasía es leyendo. Tengo un encuentro con el Capitán Nemo en el Nautilus más tarde, ya les contaré cómo me fue.

1 comentario:

May Mars dijo...

Hola, he encontrado tu blog por casualidad buscando información sobre e libro "un capitán español en la tortuga" creo que tu o tienes, así que si no es mucha molestia, podrías decirme quien es el autor y alguna referencia, pues lo estoy buscando y no doy con él.

Un salugo y gracias de antemano.